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Un día en la salud de Sharon Wilhelm, una madre bloguera de Jacksonville

Christina Joseph Por Christina Joseph

Sharon Wilhelm recorre la playa buscando vidrios erosionados por el mar todas las mañanas. Durante estos momentos tranquilos de soledad, esta ocupada madre de dos niñas de Jacksonville reflexiona sobre su recorrido de finalista de una maratón a paciente de cirugía de columna, y sobre el proceso de recuperación que atravesó durante el año pasado. En su blog Mommy Runs It, relata cada triunfo (escalada en roca en el gimnasio), cada fracaso (dolor de espalda intenso 8 meses después de la cirugía) y todo lo que sucedió en el medio (navegación en cámara con su esposo y sus hijas pequeñas).

Wilhelm, que tiene 42 años, comenzó a escribir un blog sobre su pasión por correr en 2013. Su enfoque cambió en 2015 después de recibir un diagnóstico de espondilolistesis, una afección en la que un hueso de la columna se desplaza sobre el hueso que está debajo. Ahora, usa su plataforma para inspirar y educar a otras personas acerca de cómo recuperar su vida después de una cirugía traumática.

El ejercicio es una parte importante para mantener su bienestar y salud mental, algo que hace por ella misma fuera de su rol de madre. Su nuevo objetivo de salud es, simplemente, volver a ser ella misma. ¿Cómo es un día normal en su vida y de qué manera trabaja para lograr la mejor versión de ella misma?

6:30 a. m.  Necesito un poco de tiempo para comenzar a moverme en la mañana. Aún estoy un poco rígida desde la cirugía. Levanto a las niñas y las preparo para ir a la escuela. Bebo café, pero no cocino durante la mañana. Somos una familia que desayuna en el camino. Como lo mismo todos los días: una barra proteica en el auto.

8:30 a. m. Llevo a las niñas a su escuela autónoma en St. Augustine y, luego, me dirijo hacia la playa. Se encuentra justo del otro lado del puente. Me encanta pasear por la playa y buscar ostras, dientes de tiburón y vidrios erosionados por el mar. Es algo que descubrí después de la cirugía, y camino muchas millas. Y lo hago realmente muy lento. Podría hacerlo todo el día si el sol no me quemara y no tuviera que recoger a las niñas.

11:00 a. m. A veces, me quedo en St. Augustine a pasar el día, porque está a 20 minutos de mi hogar. Voy a un restaurante con aire acondicionado y Wi-Fi gratis, donde me pongo a trabajar en el blog. Durante los primeros seis o siete meses después de la cirugía, me sentía exhausta todo el tiempo y necesitaba dormir durante el día. Todos los recursos de mi cuerpo estaban enfocados en la recuperación.

Lea más sobre los consejos de recuperación para madres.

1:00 p. m. Realmente no como lo suficiente. Ese era mi mayor obstáculo como corredora de fondo y, durante la recuperación, sin duda fue un desafío. Soy selectiva y no tengo un gran apetito, por lo que comer es un desafío para mí. Durante el almuerzo, como frutas, proteínas, queso y galletas saladas. Me aseguro de consumir algunas calorías y nutrientes.

1:30 p. m. Escribo en el blog o hago mandados. Voy a la tienda de comestibles a comprar lo que necesitamos para la cena. Debo admitir que, a veces, regreso a la playa para tener un poco más de paz si la marea estuvo alta en la mañana y no pude hacer una buena caminata. Cuando hago dos caminatas en un día, me siento egoísta.

2:45 p. m. Recojo a mis niñas de la escuela y, en general, regresamos a nuestro hogar. Asisten a una escuela Montessori y no tienen mucha tarea, lo que es maravilloso. Se supone que su tarea es ayudar en casa, realizar tareas domésticas, pasar tiempo con la familia y aprender a funcionar como una familia en el mundo.

4:30 p. m. Realizamos todas nuestras actividades entre las 4:30 p. m. y las 8:00 p. m. Vamos a clases de karate, gimnasia y danza. Realizamos actividades por 4 horas de forma intermitente. Sophia, mi hija mayor, acaba de comenzar a correr. La madre de su mejor amiga empezó un pequeño club de atletismo para algunos niños que pasan tiempo juntos. Una vez por semana, saca a seis de ellos a correr. Corren algunas vueltas, estiran y hacen todo un plan de entrenamiento completo. Me encantaría correr con ellos, pero aún no puedo. Es un buen objetivo, pero Sophia y yo caminamos, y estamos pensando en correr o caminar una maratón de 5 kilómetros juntas en algún momento.

7:00 p. m. Por lo general, no cenamos todos juntos; solo lo hacemos una o dos veces por semana. Trato de preparar una mejor comida durante la cena, en comparación con las demás comidas. Cocino algo en la olla de cocción lenta durante la mañana y lo tengo listo a medida que pasa el día. Comemos muchas ensaladas en la cena. Una o dos veces por semana, preparo una gran ensalada del chef o ensalada Cobb.

8:00 p. m. Hago algunos ejercicios de estiramiento en el hogar, mientras las niñas se bañan y me siento afuera del baño para hablar con ellas. Hablan todo el tiempo.Todo el tiempo. Son muy charlatanas. Hago ejercicios muy simples: estiro las pantorrillas y los cuádriceps. No puedo hacer movimientos de cuerpo completo, como inclinarme hacia adelante para tocarme los dedos de los pies. Me desempeño mejor cuando me mantengo perpendicular al suelo. Fortalecer el tronco es uno de mis objetivos. Es necesario fortalecer los músculos adyacentes al lugar donde está el problema; por lo tanto, debo fortalecer la parte alrededor de la espalda.

9:00 p. m. Realmente nos encantaría acostar a las niñas más temprano, pero tienen actividades hasta muy tarde. Esta noche, acosté a Amelia a las 9:10 p. m., lo que fue un milagro. Luego, tomo una ducha, alimento los peces, preparo el café para la mañana siguiente y me aseguro de que las puertas estén cerradas. Nos acostamos a las 10:00 p. m. porque mi esposo, Vic, se levanta a las 5:15 a. m. Durante los fines de semana, Vic y yo pasamos tiempo juntos, pero tenemos horarios bastantes ajustados durante la semana.

Al final del día, Sharon se da cuenta de que es una mejor madre cuando está bien descansada, cuando se hizo tiempo para reflexionar, y cuando hace ejercicio y come bien. Su ambición de salud es volver a ser ella, y ahora más que nunca, su trayecto de recuperación le ha dejado en claro lo importante que es cuidarse a sí misma para poder cuidar a su familia.

Sobre la autora

Christina Joseph Robinson es una editora y escritora veterana de Nueva Jersey a quien todavía le encanta leer el periódico a la antigua. Tiene dos hijas a las que intenta inculcarles la importancia de comer frutas y verduras y, de este modo, lograr un equilibrio con todas las golosinas que les compra la abuela. El objetivo de salud de Christina es reanudar su rutina de ejercicios después de haberla abandonado por lesiones.

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