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La historia de salud de nuestro vecindario: la organización sin fines de lucro de Texas que está transformando la salud de la comunidad paso a paso

Bonnie Vengrow Por Bonnie Vengrow

Mi nombre es Mayra Lara-Jimenez.
 

 

Trabajo en la comunidad de la zona 78745 en el sur de Austin.
 

Go! Austin/¡Vamos! Austin.
 

GAVA comenzó su trabajo en 2012, y la intención era abordar la obesidad infantil haciendo algo más que simplemente decirles a las personas que coman alimentos saludables y que hagan ejercicio.
 

Cuando GAVA se acercó a nosotros y nos preguntó cuáles eran nuestras preocupaciones con respecto a la comunidad, todos mencionamos muchísimas cosas.
 

El problema con el que me encontré: si mandas a tu hijo de nueve años a la escuela a pie, lo último que quieres es que camine por la calle.
 

Era más una cuestión de conseguir que la acera fuera visible, poner algún tipo de protección adicional allí. Logramos que se contrate a un guardia de cruce.
 

Cuando comencé a ir a pie a la escuela con los niños, lo disfrutaba mucho más que conducir un automóvil un par de cuadras.
 

Es una forma de meditar.
Es una forma de crear lazos.

Estamos en Dove Springs, en el centro de recreación, donde ahora hay bastantes actividades para niños.
 

Soy Elena Rodriguez.
 

Vivo en Dove Springs y pertenezco a la coalición GAVA.
 

Solía ser un lugar muy sucio, muy abandonado, con muchos arbustos, bolsas.
 

Escuché que antes de comenzar a limpiar, alguien encontró calcetines llenos de casquillos de balas.
 

Hemos limpiado nuestro parque lo mejor que pudimos.
 

Cuando comencé a trabajar como voluntaria en GAVA, para ayudar a las personas, me sentí valiosa.
 

Las personas que viven en el vecindario suelen reunirse para trabajar, aportar más recursos para la comunidad y llevar una mejor calidad de vida a su zona.
 

Tenemos un sentido de comunidad y todos estamos conectados. Creemos que es sencillo ocuparnos de lo que sea que haga falta, siempre y cuando los miembros de la comunidad estén ahí presentes.

La comunidad en la que vive determina la cantidad de años que vivirá y la calidad de vida que tendrá. U.S. News & World Report recientemente se asoció con Aetna Foundation para clasificar los condados de los Estados Unidos con respecto a diferentes factores, como educación, nutrición, seguridad pública y más. Se clasificaron aproximadamente 3,000 condados, y pudimos detectar y clasificar las 500 comunidades más saludables de los Estados Unidos. En el puesto n.º 397 está el condado de Travis, Texas, que llegó al cuadro de honor, aunque incluso las comunidades más sanas tienen margen para mejorar. En esta serie, analizaremos los condados de la lista donde los residentes han detectado algún problema relacionado con salud y están trabajando para resolverlo con la ayuda de una subvención de Aetna Foundation. Aquí presentamos un perfil de dos comunidades del sur de Austin, en el condado de Travis, que se han unido para ofrecer más oportunidades para realizar actividad física y una mejor calidad de vida para sus residentes.

Mayra Lara-Jimenez y sus hijos caminan por una carretera concurrida cerca de su casa en el sur de Austin, TX.

La casa de Mayra Lara-Jimenez está a pocas cuadras de la escuela de sus hijos, pero, hasta hace poco, caminar hasta allí era uno de los momentos más peligrosos del día. Casi todo el camino iban por North Bluff Drive, una concurrida carretera de dos carriles que atraviesa este vecindario tan unido del sur de Austin, Texas. Los coches les pasaban zumbando, uno tras otro, dejando atrás una estela.

Pero la parte más complicada del viaje diario de la familia era la acera frente a la escuela. Había una maraña de basura, ramas y autos estacionados; era casi intransitable. Los padres y los niños que iban a la escuela a pie se encontraban entre la espada y la pared: o escalaban los escombros de la acera o cruzaban la calle con los autos. Mayra, que es ciega y no puede conducir, se vio obligada a elegir la segunda opción.

Transitar a pie siempre ha sido un problema en el sur de Austin. Los residentes de estas comunidades de bajos ingresos, conformadas principalmente por mexicoamericanos y latinos, se han quejado durante años de las aceras agrietadas, de la falta de cruces peatonales y de los parques inseguros. Pero el progreso ha sido lento. De hecho, aunque está a menos de 10 millas del bullicioso centro de la ciudad, el sur de Austin ha estado históricamente entre las últimas partes de la ciudad en recibir inversiones en infraestructura básica.

La obesidad es un problema en todo Texas, pero es más frecuente en el sur de Austin.

Sin senderos adecuados y parques seguros, los residentes tienen pocas opciones para hacer ejercicio y jugar, y esto afecta directamente su salud. La diabetes es frecuente en el sur y sureste de Austin, y se considera que más del 50 % de los padres e hijos de allí son obesos, según un estudio que se realizó en el área durante 5 años. Esto se contrasta con el resto del condado de Travis, que cuenta con índices de diabetes y obesidad superiores a la media. De acuerdo con los datos recopilados como parte de las clasificaciones de Healthiest Communities, que se establecieron con la colaboración conjunta de Aetna Foundation y U.S. News and World Report, el 7.3 % de los adultos del condado tiene diabetes (mejor que el promedio nacional del 9.3 %), y se considera que el 20.5 % es obeso (el promedio nacional es del 31 %).

En lugar de quedarse de brazos cruzados, muchos residentes del sur de Austin han tomado medidas para mejorar las condiciones en sus vecindarios. Mayra es una de ellos. Harta de la ruta peligrosa, y ansiosa por brindarles a sus hijos al menos dos paseos al día, ella y otros padres preocupados se unieron a GO! Austin/¡VAMOS! Austin (GAVA), una organización sin fines de lucro local dedicada a ayudar a los residentes del sur de Austin a llevar una vida más saludable brindándoles acceso a alimentos saludables, actividad física, salud escolar y seguridad para la primera infancia y la comunidad. Recientemente, recibieron un impulso de $100,000 para sus esfuerzos mediante la subvención Cultivating Healthy Communities, otorgada por Aetna Foundation.

Juntos, GAVA y los residentes pasaron dos años presentando quejas y peticiones mientras mantenían motivado a su equipo de voluntarios. Y la persistencia dio frutos: los funcionarios de Austin acordaron contratar un guardia de cruce peatonal para cuidar a las familias cuando iban a la escuela. A su vez, los negocios locales ayudaron a limpiar las ramas y donaron pintura de colores brillantes para que los niños pudieran embellecer el pavimento con las huellas de las manos.

Desde que se remodeló la acera, Mayra ha notado un aumento en la cantidad de niños y padres que caminan a la escuela, lo que la feliz. “Tener la posibilidad de ir caminando a la escuela es increíble”, expresa. “Te da la oportunidad de pasar tiempo con tus hijos, de tomarlos de las manos. Además, hace que la sangre fluya, te da energía, te permite disfrutar el aire y escuchar las aves. Es una forma de meditar. Es terapéutico”. 

Logramos un impacto

Una acera renovada puede parecer apenas una pequeña mejora en el vecindario de Mayra, pero, para GAVA, es una gran victoria. Desde su comienzo en el 2012, la organización sin fines de lucro ha estado trabajando incansablemente para ayudar a las familias del sur de Austin a tener acceso a alimentos saludables y a ser más activas. Los entornos en los que vivimos, trabajamos y jugamos pueden influir de manera importante en nuestra salud, incluso pueden aumentar nuestra expectativa de vida en hasta un 60 %, según afirman los investigadores.

Los entornos en los que vivimos, trabajamos y jugamos pueden influir de manera considerable en nuestra salud, incluso pueden aumentar nuestra expectativa de vida hasta en un 60 %.

En lugar de imponer cambios determinados en una comunidad, GAVA apoya las iniciativas que los residentes consideran importantes. “Hablamos con la gente de estos vecindarios y averiguamos qué es lo que se interpone en su camino hacia un estilo de vida saludable”, dice Carmen Llanes Pulido, directora ejecutiva de GAVA. Carmen y su equipo también trabajan con miembros de la comunidad que están decididos a realizar mejoras, y les da autoridad para que organicen lo que deberán hacer sus vecinos e influyan en el cambio.

Mayra conoció a GAVA en 2016, cuando el grupo llevó a cabo una reunión abierta a la comunidad en la escuela de sus hijos. En ese momento, se sentía frustrada por el estado de la acera, pero no sabía cómo hacer que la arreglaran. Después de la reunión, se comunicó con la organización y ha trabajado con ellos en diversas mejoras durante los últimos dos años, por ejemplo, cuando pusieron semáforos y agregaron cruces peatonales en las intersecciones concurridas. “GAVA ha sido un recurso muy bueno para nosotros”, dice Mayra. “Nos ayudaron a hacer contactos, a llevar a las personas adecuadas a nuestras reuniones, a aprender cómo organizar grupos de personas, a hacer reuniones y a ser persistentes”.

Mayra y otros residentes líderes han trabajado con GAVA para mejorar o establecer cruces peatonales para que los vecinos tengan un lugar seguro donde caminar.

Hasta la fecha, GAVA ha ayudado a formar cerca de 40 equipos liderados por residentes que se enfocan en mejorar los parques y las pequeñas tiendas de los vecindarios, en la construcción de jardines y senderos comunitarios, y en establecer puestos semanales de productos agrícolas.

Elena Rodríguez es otra de esas líderes de la comunidad. Como residente del sur de Austin desde hace mucho tiempo, quería mejorar el parque del distrito de Dove Springs cercano. Ese inmenso espacio se había deteriorado. Las hierbas altas ya cubrían gran parte del lugar, las luces se habían agotado hacía mucho tiempo, y las pandillas y los delincuentes habían dejado calcetines con cartuchos de balas. Junto con GAVA, Elena llamó a las puertas de los vecinos, reunió a un equipo de voluntarios para limpiar el parque y trabajó con la ciudad para obtener fondos para nuevos equipos y luces. También diseñó los planos para el alumbrado, los se utilizaron en el diseño definitivo de la municipalidad.

Ahora, el parque es uno de los más concurridos de la zona, con una estructura compleja de juegos, senderos bien cuidados donde caminar, muros de escalada, equipos de ejercicios, canchas de fútbol, un pabellón e, incluso, una tirolesa. En un día cualquiera, alberga a más de 100 personas. Se ha visto un éxito semejante en los otros cinco parques que también se mejoraron.

El parque del distrito de Dove Springs estaba abandonado, pero ahora es uno de los más concurridos de la zona.

La influencia de tales zonas recreativas en buenas condiciones es considerable: Una evaluación de GAVA en el año 2018 develó que la cantidad de actividad física que realizan los adultos del sureste de Austin se duplicó desde que se mejoraron los parques y las áreas de juego: pasó del 15 % al 30 %. Y si bien el índice de obesidad está aumentando aquí y en todo Texas, no aumentó tanto en los vecindarios donde GAVA tiene una fuerte presencia.

“Una de las mejores inversiones que podemos hacer como patrocinador es desarrollar la capacidad de los residentes para liderar el cambio que se necesita en sus comunidades”, dice Amy Aparicio Clark, directora general del Departamento de Estrategias e Impacto Comunitario en Aetna Foundation. “Esto nos da la confianza de que, incluso después de que se termine nuestra financiación, habremos tenido un papel fundamental en cambiar la estructura de un lugar. Nos impresionó el modelo de GAVA, que se centró en los residentes, para que ellos pudieran detectar las necesidades de los vecindarios, desarrollar una solución y movilizar las partes interesadas correctas para que se produzca el cambio”.

Creamos un futuro prometedor

Cuando alguien empieza a mejorar la salud de la comunidad, sucede algo interesante: quiere hacer más. De eso se dio cuenta Elena después de encarar la remodelación del parque del distrito de Dove Springs hace casi cinco años. Desde entonces, ha trabajado con GAVA y sus vecinos para mejorar otro parque y un arroyo. También han trabajado juntos para fomentar la seguridad vial en los alrededores de dos escuelas locales, para iniciar un grupo de vigilancia del vecindario en varias calles y para incluir comida saludable en las pequeñas tiendas locales.

Aunque su trabajo ha ayudado a los residentes a estar más saludables, dice que se ha beneficiado a nivel personal. Antes del proyecto del parque Dove Springs, luchaba con la depresión y la diabetes. Ahora, Elena es prediabética y se siente renovada, con un nuevo propósito en la vida, y vuelve a tener confianza. “Siento que ahora soy alguien que vale la pena”, confiesa. “Antes de este proyecto, estaba deprimida, ansiosa, poco saludable y consumía mucha azúcar. Pero ahora que puedo salir a la comunidad y atraer a personas para que se ofrezcan como voluntarias, siento que tengo poder, soy una líder”.

La líder de los residentes, Elena Rodríguez, supervisó la remodelación del parque del distrito de Dove Springs.

Desde que rediseñó la acera en 2016, Mayra ha seguido luchando para lograr cambios en su comunidad. Ahora que tiene experiencia en presentar peticiones, trabajar con el gobierno de la ciudad y organizar un equipo, se ha hecho cargo de brindar servicios a dos parques locales, mejorar o agregar aceras y cruces de peatones cerca de más escuelas y promover iniciativas de nutrición.

El otoño pasado, Mayra y su esposo, Luis, también se unieron a la Police Activity League para iniciar un programa gratuito de fútbol para niños de jardín de infancia a quinto grado. Casi 100 niños se inscribieron en el primer año. Las prácticas frecuentes y los partidos semanales les dan a los niños un incentivo para alejarse de los videojuegos y corretear con amigos.

El programa es deliberadamente distendido. Nadie lleva un registro de los goles, y la única vez que los padres levantan la voz es para alentar a los niños desde los banquillos. Al fin y al cabo, por el solo hecho de estar en la cancha, jugando, los niños ya son ganadores. “Esta liga ayuda a los niños a desarrollar el amor por las destrezas de este deporte”, dice Mayra. “Puede ser un peldaño importante para que sean más activos. Ahora tienen una pelota de fútbol en casa y pueden practicar si quieren mejorar. Me hace feliz poder darles esa oportunidad”.

Mayra Lara-Jimenez ayudó a iniciar una liga de fútbol gratis en el sur de Austin hace aproximadamente un año. Desde entonces, casi 100 niños se han inscrito para jugar.

Sobre la autora

Bonnie Vengrow es una periodista que vive en la ciudad de Nueva York, quien ha escrito para las siguientes revistas: Parents, Prevention, Rodale's Organic Life, Good Housekeeping y más. Nunca conoció un sendero para hacer excursiones que no le haya gustado y, actualmente, está trabajando para perfeccionar su postura sobre la cabeza en la clase de yoga.

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