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La presión sanguínea: Cómo bajarla y controlarla

Información clave:

 

  • Para bajar la presión sanguínea, deje de fumar, mejore su dieta, haga más ejercicio y controle el estrés.
  • Controle sus valores y visite al médico con regularidad para mantenerlos bajo control.
  • Es posible que algunas personas necesiten medicación, incluso aquellas con historia familiar de presión sanguínea alta (hipertensión).

La presión sanguínea es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Las arterias transportan la sangre del corazón al resto del cuerpo. Una presión sanguínea sana es importante para su salud general. Y la presión sanguínea alta, o hipertensión, puede provocar algunas afecciones graves.

 

¿La buena noticia? Puede tomar medidas ahora para reducir su presión sanguínea.

 

¿Qué es la presión sanguínea alta?

 

Los médicos miden la presión sanguínea en milímetros de mercurio. Se registra en dos cifras: la presión sanguínea sistólica y diastólica.

 

La presión sanguínea sistólica muestra la presión en las arterias cuando el corazón late y empuja la sangre. Es el número escrito en la parte superior de la lectura. La cifra inferior, la presión sanguínea diastólica, es la presión en las arterias entre latidos. Es entonces cuando la sangre llena tu corazón.

 

Conocer ambas cifras es clave. Eso es porque la presión sanguínea alta puede aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y un derrame cerebral.* ¿Qué es la presión sanguínea alta? Según el Colegio Americano de Cardiología, es toda lectura que supere estos valores: 140/90.

 

Las causas exactas varían, y son muchos los factores que intervienen. La genética puede modificar la probabilidad de desarrollar presión sanguínea alta. Es más probable tenerla cuando aparece en la historia familiar. Pero no se trata solo de genética. El estilo de vida también influye en el riesgo.

 

  • El peso puede afectar a la presión sanguínea. Tener sobrepeso hace que el corazón y los vasos sanguíneos se esfuercen. El aumento de peso también nos hace más propensos a tener otros problemas de salud, como la apnea del sueño y la resistencia a la insulina. Estos problemas , a su vez, pueden elevar la presión sanguínea.
  • Fumar es un factor de riesgo conocido de muchos problemas de salud, incluida la hipertensión. La nicotina de los cigarrillos estrecha los vasos sanguíneos y aumenta la presión sanguínea. Dejar de fumar puede reducir en gran medida las probabilidades de tener presión sanguínea alta. También mejora la salud general del corazón.
  • El estrés a largo plazo también puede subir la presión sanguínea. Cuando sufre estrés, su cuerpo produce hormonas como la adrenalina y el cortisol. Estas pueden elevar la presión sanguínea durante un breve período. Sin embargo, si el estrés es permanente, los niveles de presión sanguínea también pueden mantenerse altos. Las técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el yoga ayudan a bajar la presión sanguínea. También pueden mejorar su salud en general.

Su médico puede recetarle medicamentos para la presión sanguínea, pero también hay formas de bajarla de forma natural. La mayoría implican cambios en el estilo de vida que favorecen la salud del corazón.

 

  • Dieta: Tener una dieta con mucha fruta, verdura y cereales integrales puede servir para bajar la presión sanguínea. Lo mismo ocurre con las grasas saturadas y trans, la sal y el azúcar.
  • Ejercicio físico: Realizar al menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días puede ayudar a mantener una presión sanguínea saludable. Caminar, andar en bicicleta o nadar son buenas opciones. Si no tiene la costumbre de hacer ejercicio, empiece poco a poco. Hable con su médico si tiene alguna pregunta. Si es usted miembro de Aetna®, puede beneficiarse de la membrecía con descuentos en gimnasios que ofrecen muchos planes.
  • Peso: Para controlar la presión sanguínea es importante tener un peso adecuado según la estatura, la edad y el sexo. Perder peso lentamente con una dieta sana y ejercicio regular puede ayudar a mejorar sus valores.

¿Qué alimentos o bebidas pueden provocar picos de presión sanguínea?

¿Qué alimentos o bebidas pueden provocar picos de presión sanguínea?

La presión sanguínea puede subir según lo que coma o beba. Uno de los principales culpables es el exceso de sal. El sodio (sal) hace que el cuerpo retenga líquidos. Esto aumenta el volumen de líquido de la sangre y puede elevar la presión sanguínea.

 

La cafeína es un estimulante que se encuentra en el café, el té y las bebidas energéticas. También puede aumentar la presión sanguínea durante un breve período de tiempo. Es posible que consumir productos con cafeína no afecte demasiado a la mayoría de las personas. Pero algunas personas reaccionan de forma especialmente sensible.

 

Beber demasiado alcohol puede aumentar la presión sanguínea con el paso del tiempo. También puede provocar un aumento de peso que puede sobrecargar nuestro corazón. Para aquellos que deciden beber alcohol, la Asociación Americana del Corazón recomienda no beber más de dos copas al día en el caso de los hombres y una copa al día en el de las mujeres.*

Cuándo visitar al médico

Cuándo visitar al médico

Los controles periódicos de la presión sanguínea son importantes. Estamos aquí para ayudar.

 

Consejos para medir la presión sanguínea con precisión (PDF en inglés)

 

Hable con su médico si, en general, las lecturas de su presión sanguínea son más altas que 130/80. Esto puede traducirse en una presión sanguínea elevada.

 

Si tiene factores de riesgo de enfermedad cardíaca, es posible que deba controlar la presión sanguínea con más frecuencia. Algunos factores de riesgo son el colesterol alto, la diabetes o tener historia familiar de enfermedades cardíacas.

 

Si toma medicamentos por la presión sanguínea, es importante tomarlos todos los días. Controle la presión sanguínea con frecuencia. Su médico le indicará cuál debe ser su objetivo en cuanto a los valores. Si estos son elevados, consulte a su médico. Es posible que tenga que cambiar la dosis o probar un medicamento diferente.

 

Por lo general, la presión sanguínea alta no tiene síntomas. A veces, si está muy alta, puede ocasionar dolores de cabeza, cambios en la vista, síntomas parecidos a los de un derrame cerebral, dolor en el pecho o falta de aire. Si tiene alguno de estos síntomas, busque cuidado médico de inmediato o llame al 911. Pueden ser signos de problemas de salud graves.

Conclusión:

 

Hable con su médico si quiere entender mejor los valores de presión sanguínea. Analice los factores de riesgo y planifique cómo reducir y controlar su presión sanguínea. La presión sanguínea alta es una enfermedad grave, pero puede controlarse con el cuidado médico adecuado y cambios en el estilo de vida.

 

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