Los enlaces a los sitios que no son de Aetna se brindan únicamente para su comodidad. Aetna Inc. y sus compañías afiliadas no son responsables del contenido, la precisión o las prácticas de privacidad de los sitios vinculados, ni de los productos o servicios descritos en dichos sitios.
Controlarse la diabetes de tipo 2 llevando un registro de 2 valores clave

Hace cuatro meses, Jonathan Katz se enteró de que estaba al borde de desarrollar diabetes de tipo 2. El médico le dijo que, si no lograba mantener el nivel de azúcar en sangre bajo control, iba a tener que comenzar a administrarse insulina.
Como en su historia familiar había casos de diabetes de tipo 1 y de tipo 2, este hombre de 62 años no se sorprendió con la noticia. Pero Jonathan conocía muy bien las dificultades que su padre había tenido por la diabetes de tipo 2 y no quería que su estado empeorara. “He decidido que no voy a ser insulinodependiente”, dijo.
Jonathan descubrió que, en realidad, no es muy difícil controlar la enfermedad. Para que no progrese, lo más importante es tomar los medicamentos, ser cuidadoso con la dieta y hacer actividad física, además de no olvidar controlarse dos valores clave: el del nivel de azúcar en sangre y el de la función renal.
“No puedes controlar lo que no mides”.
Medir es la clave para controlar la enfermedad
La diabetes es una enfermedad en la cual el azúcar (glucosa) se queda en el torrente sanguíneo en lugar de dar energía al cuerpo. Con el paso del tiempo, los niveles elevados de azúcar, o glucosa, en sangre dañan los riñones, el corazón, los nervios y los ojos. Para prevenir esos daños, los diabéticos deben disminuir los niveles de glucosa en sangre. En el caso de la diabetes de tipo 2, esto se logra con medicamentos, dieta y actividad física. Pero, para tener el control de la enfermedad, hace falta estar al tanto de los niveles de glucosa en sangre. Esto afirma Justine Fierman, enfermera facultativa y capacitadora certificada en diabetes, líder del equipo de Miranda Diabetes Care Center, un centro privado que ella fundó en North Conway, Nuevo Hampshire. “No puedes controlar lo que no mides”, dice.
La medición más importante se realiza a través de un análisis de sangre que se llama “prueba de hemoglobina A1c”, “HbA1c” o, simplemente, “A1c”. Se hace cada dos o tres meses. Evalúa la cantidad promedio de glucosa en sangre del período previo de entre 60 y 90 días. Según Fierman, con esta prueba los proveedores del cuidado de la salud obtienen el conocimiento general que necesitan para personalizar los planes de tratamiento diario. “Para lograr controlar la diabetes, hay que encontrar la receta adecuada para cada persona”, dice.
La prueba de HbA1c se puede realizar en el consultorio del médico, en un laboratorio o incluso en casa, si compra un kit para tal fin en su farmacia local o por Internet. En esta época, debido a la crisis por la COVID-19, los kits para realizarse la prueba en casa son una opción muy atractiva.

Cómo entender los resultados de la HbA1c
Es importante llevar un registro del nivel de HbA1c para poder mantenerse en el camino hacia una mejor salud.
<5.7 %
No tiene diabetes.
5.7 %-6.4 %
Prediabetes.
6.5 %-8 %
Bien controlada*.
>8 %
Mal controlada.
* Su equipo de cuidado de salud lo ayudará a determinar cuál es el valor ideal en su caso.
©2021 Aetna Inc.
La detección temprana evita complicaciones
El otro aspecto importante que hay que controlar es la función renal. Cuando los riñones funcionan bien, extraen desechos de la sangre y los eliminan en la orina. Tal como sucede con la presión sanguínea alta, si los niveles de glucosa en sangre son muy altos, los pequeños vasos sanguíneos que filtran los desechos se dañan. “Los riñones son como un filtro para el café”, explica Fierman, “si los llenas demasiado, no pueden cumplir su función”. Si el daño aumenta, con el tiempo, los riñones fallan. Según Fierman, eso les puede suceder a quienes no se realizan pruebas periódicas, ya que, por lo general, no hay síntomas. Cuando los riñones fallan, los pacientes necesitan diálisis o un trasplante.
Los médicos tienen la capacidad de detectar temprano el daño renal y, así, detenerlo o incluso revertirlo. Es por eso que evalúan periódicamente la presencia de una proteína (la albúmina) en la orina. Con una prueba de proteína en la orina, la UACR, que significa “cociente de albúmina/creatinina en orina”, se mide el nivel de albúmina en relación con el de creatinina. La creatinina es un desecho y, en circunstancias normales, el riñón la filtra y la elimina. Si en la UACR se obtiene un valor de entre 30 y 299, quiere decir que los riñones eliminan cantidades muy pequeñas de proteína. Eso indica que hay daño renal: microalbuminuria, que también puede detectarse con un análisis de orina con tiras reactivas. Además, como los riñones dañados tampoco logran eliminar todos los desechos de la sangre, los médicos también indican un análisis de sangre, aparte del de orina. “Si detectamos el daño en sus primeras etapas, en algunos casos, podemos erradicar la enfermedad renal”, dice Fierman.
Al evaluar la función renal y los niveles de azúcar en sangre periódicamente, los proveedores del cuidado de la salud pueden ayudar a prevenir problemas de salud más graves. “Detectar y tratar los problemas en sus primeras etapas puede prevenir la enfermedad renal, pero también complicaciones, como ataque cardíaco, derrame cerebral, ceguera y amputación”, explica Fierman. “Por eso es tan importante que quienes reciben el diagnóstico de diabetes a una edad temprana se realicen exámenes periódicos”.
“Con los avances en tecnología, cada día es más fácil controlar la diabetes”.
La dieta, la actividad física y los medicamentos también son importantes
Para controlar la diabetes de tipo 2 de manera efectiva, se empieza con análisis periódicos de sangre y de orina, pero, definitivamente, eso no es todo. Para mantenerla bajo control, muchas veces hace falta ejercitarse con más frecuencia, cambiar la forma de alimentarse y tomar píldoras o administrarse insulina de la manera exacta en que se lo indicaron. Aun así, según Fierman, como las personas no son todas iguales, los tratamientos y los resultados varían. “Está bien ir de a poquito”, afirma. “Lo importante es ser constantes”.
Jonathan ha sido vegetariano casi toda su vida, así que no le hace falta cambiar la dieta para obtener mejores resultados en las pruebas. Sin embargo, ha decidido duplicar el tiempo que dedica a ejercitarse cada semana. Además, el médico le ha indicado que tome el doble de la dosis de metformina que le había recetado al principio; ese es un medicamento que se usa para disminuir el nivel de azúcar en sangre.
Hasta ahora, parece que el tratamiento le funciona a Jonathan. Aunque los objetivos no son los mismos para todos, en el caso de Jonathan, el nivel de HbA1c bajó de 6.5 % (el límite para el diagnóstico de diabetes de tipo 2) a 6.13 %. Y, si bien aún no alcanza el objetivo que determinó con su médico, se siente motivado. “A este paso, puedo vivir sin darme insulina”, dice.
La tecnología puede ayudarlo a seguir por el buen camino
Fierman está convencida de que mientras más datos tengan las personas a su alcance, mejor podrán controlar la enfermedad. Por eso, además de recomendarles a los pacientes que se realicen pruebas, les aconseja conseguirse un medidor de glucosa en sangre, que es un pequeño dispositivo que, con una gotita de sangre, obtiene los niveles de azúcar. Los medidores continuos de glucosa no necesitan una gotita de sangre para medir. Con este tipo de dispositivos, se puede usar un teléfono inteligente para escanear un sensor colocado debajo de la piel, y así se puede medir la glucosa todas las veces que el usuario quiera.
Hay otras aplicaciones para teléfonos inteligentes con las que se puede registrar, por ejemplo, la cantidad de carbohidratos que consumimos o la cantidad de pasos que caminamos. Con MyFitnessPal, una de las herramientas de registro más populares, se puede obtener fácilmente información nutricional de miles de alimentos, incluso de las comidas de los menús de restaurantes. También es útil para llevar un registro de las calorías que consumimos y las que quemamos. Otra herramienta de este tipo, MyNetDiary, envía recordatorios para que el usuario se controle el nivel de azúcar y brinda informes en los que se muestra claramente la relación entre el nivel de glucosa, la dieta y la actividad física. “Hay aplicaciones con las que mis pacientes pueden enviarme los resultados de sus mediciones”, dice Fierman. “Con los avances en tecnología, cada día es más fácil controlar la diabetes”.
Por ahora, Jonathan se controla la enfermedad sin demasiada tecnología. “Me voy a ocupar, con firmeza y determinación, de ir al médico cada tres meses y de controlar mis niveles de azúcar”, dice. “Voy a hacer todo lo que el médico me pida”.

Dos pruebas muy importantes para mantener la diabetes bajo control
La prueba de hemoglobina A1c
(HbA1c)
¿Qué es?
Es una prueba en la que se controla una proteína en la sangre, llamada hemoglobina, para detectar glucosa (azúcar). Un porcentaje de hemoglobina muy alto con presencia de glucosa podría indicar que el paciente tiene diabetes de tipo 2 o que está en riesgo de desarrollarla.
¿Por qué debería importarme esto?
Bajar el nivel de HbA1c puede prevenir o retrasar problemas de salud, como enfermedad cardíaca, problemas renales, ceguera y daños en los nervios.
¿Cuánto demora?
Unos pocos minutos.
Cómo prepararse
No hace falta prepararse para realizarse esta prueba.
Que esperar
Es igual que cualquier otro análisis de sangre. Tendrá que quitarse la ropa que le cubra los brazos y el técnico le extraerá sangre.
No es doloroso, apenas se siente cuando lo pinchan.
¿Cuándo recibiré los resultados?
Se enviará la sangre a un laboratorio para que la analicen, o la analizarán en el lugar donde le tomaron la muestra. Unos días después, su proveedor le informará los resultados.
Prueba de la función renal
¿Qué es?
Es una prueba en la que se busca la presencia de proteína extra en la orina y luego se la compara con una muestra del desecho normal. Si se obtiene un valor alto, quiere decir que los riñones no funcionan bien. Eso puede indicar que el paciente tiene diabetes y no se la controla bien.
¿Por qué debería importarme esto?
El daño renal puede provocar insuficiencia. Por lo general, en las primeras etapas de la enfermedad renal, no hay síntomas. Las pruebas periódicas ayudan a obtener el cuidado necesario para prevenir o revertir el daño renal.
¿Cuánto demora?
Unos minutos, a menos que le hayan pedido un análisis de 24 horas.
Cómo prepararse
La única preparación necesaria es no olvidar hidratarse. Igualmente, dígale al médico qué medicamentos y suplementos toma.
Que esperar
Le darán un envase e instrucciones para tomar la muestra de orina. En algunos casos, le pedirán que recoja la orina de un período de 24 horas.
¿Cuándo recibiré los resultados?
Recibirá los resultados de una de las pruebas en el momento. La otra hay que enviarla a un laboratorio y su proveedor le informará los resultados algunos días después.
©2021 Aetna Inc.
Sobre el autor
Melinda Marshall es profesional en Ciencias Sociales y periodista. Ha publicado once libros junto con otros autores, como Ambition in Black and White: The Feminist Narrative Revised, con Tai Wingfield. Se han publicado sus trabajos en Harvard Business Review, en Stanford Social Innovation Review y en forbes.com.