Lactancia materna y cobertura de sacaleches

¿Sabía que los bebés tienen el mejor comienzo posible en la vida cuando han tenido 39 semanas completas o más para desarrollarse antes de nacer?

¿Y que ese parto tiende a ser más corto y sin complicaciones para las madres si comienza por sí mismo y de forma natural?

Es decir, si el parto NO es programado ni inducido.

Tal vez, ya ha comenzado a pensar en el trabajo de parto y el nacimiento. O, tal vez, no.

“Estoy segurísima de cómo llegó este bebé aquí, pero no tengo claro exactamente cómo saldrá”.

No importa en qué etapa de la planificación del nacimiento se encuentre, este video es para usted.

Escuchará a madres que ya han tenido a sus bebés y a mujeres que todavía están en la espera. Compartirán maravillosos consejos para lidiar con los últimos meses de embarazo y con el parto. Lo que tienen para decir puede ayudarla mientras está...

“Esperando a su bebé”

Si usted es como la mayoría de las mujeres, seguramente esté aprendiendo sobre el parto a través de muchas fuentes: de amigos, de proveedores de atención de salud, de Internet y de los medios de comunicación. Asimilar toda la información que está disponible hoy no es fácil. Y, si en algún momento se siente confundida, no es la única.

" “Al buscar una cosa, se obtienen 100 respuestas diferentes sobre lo que podría ser, y lo que me pasa a mí particularmente es que, después de horas de buscar, no logro avanzar y comienzo a preocuparme”.

Por eso, le ofrecemos las pruebas científicas más recientes acerca de cómo y cuándo es mejor que nazcan los bebés.

“... por eso vienen a las clases educativas de preparación para el parto...”

Con el tiempo limitado de las visitas prenatales, es útil tener acceso a un experto que la ayude a tomar decisiones sobre el nacimiento en función de lo que se ha demostrado que es mejor para las madres y los bebés.

“Cuando comenzamos a aprender la forma en que el cuerpo trabajará en su conjunto y que todas las partes van a hacer lo suyo, me ayudó a sentirme más confiada en el trabajo de parto y en el parto, y en el hecho de que cada parte del cuerpo sabe lo que debe hacer”.

Por supuesto, obtener buena información y tranquilidad a través de las visitas a su médico o enfermero obstetra también será una ayuda para estar más segura de sí misma y de su cuerpo al prepararse para el parto.

“La fecha de nacimiento está muy cerca, y estoy muy nerviosa. Todavía no sé exactamente qué esperar”. “Hace siglos que las mujeres quedan embarazadas y dan a luz a sus hijos, y la mayoría de los bebés nacen naturalmente, por lo que el cuerpo está bien preparado para llevar adelante el embarazo y para el momento del parto”.

Es normal sentir ansiedad por algo que nunca ha hecho antes.

Y como cada nacimiento es único, no es posible predecir todo lo que sucederá durante la llegada del bebé.

Por eso, aprender las opciones que tiene para darle a su bebé el mejor comienzo posible en la vida la ayudará a abordar el parto con confianza.

“Fue difícil, pero no tan terrible como esperaba. Realmente no creí que sería algo tan simple, aunque con esto, no quiero decir que sea fácil. Es solo que pensé que probablemente moriría de dolor porque había estando viendo todos esos programas de TLC y me decía: 'Cielos, me espera algo horrible'. [Risas] El dolor vale la pena. Es una de esas cosas que duelen placenteramente”.

Puede resultarle útil saber que...

si el sistema reproductor femenino fuera un edificio, sin lugar a dudas ganaría un premio a la mejor arquitectura. El cuerpo de la mujer contiene todo lo necesario para gestar y dar a luz a otro ser humano.

En segundo lugar, después del corazón, el útero es el músculo más fuerte del cuerpo.

Cuando su bebé está listo para nacer, el útero comienza a contraerse; es decir, se contrae y se relaja, al principio con suavidad y solo durante unos segundos, y con intervalos de varios minutos.

“Cuando me relajé y comencé a escuchar al cuerpo y a sentir las contracciones, mientras respiraba con cada una de ellas, sin pensar en el resultado final, concentrada minuto a minuto en cómo iba a sobrellevar todo, creo que ese realmente fue un factor clave para mí”.

A diferencia de un maratonista, que intenta llegar a destino sin detenerse, una mujer en trabajo de parto tiene puntos de descanso frecuentes que duran varios minutos mientras el útero no está en contracción.

“Recuerdo cuando tuve esa primera contracción que me confirmó que estaba empezando el trabajo de parto. Y la primera no fue muy dolorosa, pero fue incómoda. Estaba muy emocionada porque me daba cuenta de que lo que estaba sucediendo era real”.

A medida que se desarrolla el trabajo de parto, las contracciones más fuertes empujan al bebé por el canal de parto.

Las contracciones suelen ser incómodas para la madre, pero el bebé, probablemente, las sienta como suaves abrazos.

El cuello uterino es la abertura en la parte inferior del útero. Permanece bien cerrado durante los nueve meses de desarrollo del bebé.

Al final del embarazo, incluso antes de que comience oficialmente el parto, el bebé se trasladará hasta la pelvis. Y, al mismo tiempo, a través de las hormonas, se le indicará al cuello uterino que es hora de abrirse o dilatarse.

Luego, durante el trabajo de parto, el borde del cuello uterino se afina, o desaparece, a medida que, con las contracciones, se hace mayor la abertura. Cuando el cuello uterino se haya ensanchado lo suficiente, será hora de que empuje al bebé hacia el canal de parto.

Luego, finalmente, estará en sus brazos.

“¡Qué bebé grandote!”.

Este asombroso proceso de parto es algo que, por lo general, comienza por sí mismo cuando los pulmones, el cerebro y otros órganos del bebé están completamente maduros.

“Es un hermoso bebé”.

“Podemos estimar la fecha probable del parto, pero no sabemos exactamente el día. Lo mejor es que los bebés nazcan después de las 39 semanas y, de hecho, esperamos incluso una o dos semanas más para que el cuerpo decida cuándo dar a luz. Y el motivo es que los bebés continúan creciendo y madurando.

El cerebro, los pulmones y el hígado aún se están desarrollando, y el bebé se está alimentando de la mamá y de su cuerpo. Y es mucho mejor que el bebé permanezca adentro del cuerpo de la madre, en lugar de que nosotros decidamos cuándo debe nacer”. “Bien”.

“El recubrimiento es simplemente eso pequeño y delgado en la parte inferior”.

Es posible que haya oído hablar de mujeres a las que se les indujo el parto; es decir, se les inicia el parto artificialmente antes de que el cuerpo comience el trabajo de parto por su cuenta.

Sin embargo, en el último tiempo, ha aumentado la preocupación por la cantidad de inducciones, ya que existen pruebas de que suelen generar complicaciones no deseadas.

La verdad es que incluso las lecturas de los ultrasonidos no son un 100 % precisas en la estimación de una fecha de parto. Algunas lecturas pueden tener un margen de error de hasta dos semanas.

Por eso, a menos que haya una razón médica para inducirlo, es mejor para el desarrollo de los bebés si el parto comienza naturalmente después de un mínimo de 39 semanas de embarazo. “Y me alegro mucho de que no esté pidiendo la inducción del parto en una fecha en particular simplemente porque su madre está de visita. Los pacientes suelen hacer esa pregunta, pero, en verdad, queremos que el cuerpo de la mamá y del bebé decidan cuándo será el día del nacimiento”.

Los bebés que tienen la ventaja de un embarazo a término y de un parto que se inicia naturalmente suelen acostumbrarse con más facilidad a la vida fuera del útero.

“Mis hijos nacidos a término se alimentaban y dormían mejor, y lloraban menos que mi otro pequeño nacido prematuramente”.

“ Pensaba que, con todos los milagros modernos de la ciencia, un bebé un poco prematuro ya no representaba un gran problema”.

En realidad, los bebés nacidos entre las semanas 36 y 38 del embarazo tienen el doble de complicaciones de salud que los que llegan después de las 39 semanas completas en el útero.

Sin dudas, es sorprendente cuánto desarrollo ocurre en la última parte del embarazo. Por ejemplo,

los pulmones y el hígado todavía están en pleno crecimiento.

Además, a las 35 semanas, el cerebro de un bebé pesa solo dos tercios de lo que pesará a las 39 semanas.

Y la materia blanca, que ayuda a las distintas partes del cerebro a comunicarse entre sí, aumenta de manera considerable en el mismo período.

Durante las últimas semanas de embarazo, el cerebro construye rápidamente conexiones que influyen en cómo un recién nacido puede moverse, ver y aprender.

Los bebés prematuros tienen el mismo desarrollo cerebral, pero de un modo más lento. Esto se debe a que una vez fuera del útero, un bebé tiene que destinar mucha energía a conservar su temperatura, aprender a alimentarse y enfrentar otros desafíos comunes de la vida como recién nacido.

Algunos nacimientos prematuros son inevitables y médicamente necesarios,

pero ahora sabemos que cada día en el útero le da una ventaja a su bebé.

“Aprendí que el último mes de embarazo es un poco incómodo...”.

Es cierto: todas las mujeres le dirán que la última parte del embarazo tiene sus dificultades y que es normal sentirse malhumorada y, en ocasiones, harta. Sin embargo, soportar los inconvenientes de los últimos meses del embarazo tiene ventajas tanto para USTED como para su bebé.

“¿Cómo qué, por ejemplo?”.

Cuando el trabajo de parto comienza por sí mismo, suele ser más corto y menos complicado que si se lo induce artificialmente.

Esto se debe a que la oxitocina, un medicamento que se usa para inducir el parto, hace que las contracciones sean más difíciles de manejar, en parte porque es posible que el cuello uterino no esté listo para comenzar a abrirse.

Además, en ocasiones, las inducciones no funcionan y, cuando eso sucede, muchas veces se deben realizar más intervenciones.

Por ejemplo, el parto por cesárea.

Según las investigaciones, inducir el parto puede duplicar la probabilidad de tener que realizarse una cesárea.

Muchas mujeres no saben que un parto por cesárea es una cirugía abdominal importante, que conlleva los siguientes riesgos:

• Sangrado interno.
• Coágulos sanguíneos.
• Infecciones.
• Mayor probabilidad de que los próximos nacimientos requieran una cesárea.
• Y estadías en el hospital más largas y más tiempo de recuperación.

“Siempre había oído hablar de las cesáreas en los medios de comunicación. Que tal persona tuvo a su bebé y dos semanas después volvió al trabajo sin complicaciones. Parecía una forma fácil y nueva de tener un bebé. No se tiene un parto vaginal, se tiene una cesárea y una pequeña sutura, y luego uno ya se siente bien sin problemas. Y algunas personas incluso se someten a una abdominoplastia en simultáneo. Lo que quiero decir es que eso es lo que leía todo el tiempo en las revistas de moda.

Creo que hay muchos factores asociados a las cesáreas que no tenemos en cuenta. Por ejemplo, no es posible ponerse en forma tan rápido porque uno se está recuperando de una cirugía abdominal. No es posible hacer ejercicio tan rápido como uno quisiera: es necesario alejarse de todo durante al menos seis semanas. Es tan complicado y nadie me dijo nada sobre eso”.

Por razones que aún se están investigando, la cantidad de cesáreas ha aumentado. Sin embargo, el alto índice de nacimientos por cesárea no se condice con mejoras significativas en la salud de las madres y de sus hijos.

Si bien las tendencias en cuanto a los partos cambian con el tiempo, el fuerte aumento de las cesáreas potencialmente evitables es una moda que no ha beneficiado demasiado ni a las madres ni a los bebés.

“Realmente queremos que tenga a este bebé por vía vaginal. En algunas situaciones, muy infrecuentes, menos del 15 %, y en su situación probablemente un porcentaje menor, podría haber un caso en el que tengamos que hacer una cesárea”.

La cesárea ocurre cuando hay condiciones que hacen que un parto normal sea peligroso para usted o para su bebé. Por ejemplo, las siguientes:

• Problemas de sangrado con la placenta.
• Posición anormal del bebé en el útero.
• Infecciones activas que podrían perjudicar al bebé.
• Un trabajo de parto particularmente largo con indicaciones médicas de que el parto vaginal será difícil.

La buena noticia es que su médico o enfermero obstetra están capacitados para reconocer estas condiciones, las cuales no se dan en la gran mayoría de los embarazos.

“¿Hay algo que yo pueda hacer para asegurarme de que estoy haciendo todo lo posible para tenerlo naturalmente?”.

“Creo que lo está haciendo muy bien. Su bebé está creciendo como corresponde. Su peso está justo en la curva que debe estar. Y, en realidad, está caminando todos los días y se encuentra muy saludable, por lo que no hay nada en su situación que me haga pensar que se deba recurrir a una cesárea”.

Las últimas semanas de embarazo serán mucho más fáciles de manejar si se mantiene activa y saludable. También es un buen momento para que recuerde que al llegar a término y al permitir que el parto comience por sí solo, es menos probable que su recién nacido tenga lo siguiente:

• Dificultades para respirar.
• Ictericia.
• Infecciones.
• Problemas para aprender a mamar.
• Problemas para conservar el calor.
• Nivel bajo de azúcar en sangre.
• Problemas de la visión y la audición.
• Estadía en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales.
• Otras complicaciones a partir del nacimiento prematuro.

Es bueno recordar los beneficios que tiene un embarazo completo de cuarenta semanas para los bebés, y también para las madres, que se pueden preparar para el parto a medida que transcurre el último trimestre.

“Sí, en este momento te estás tambaleando como un pingüino, ¿pero sabes una cosa? Significa que estás llegando a la meta”.

“Haz todo lo que puedas para estar un poco mejor. Come toda la sandía que desees. Come todos los bombones. Toma un baño de agua fría. Todo lo que haga falta para permitir que el bebé se termine de desarrollar”.

“Solo esperar esos últimos días, minutos o incluso semanas adicionales puede ser muy difícil, pero uno dice: 'Bueno, no voy a priorizar esto o aquello, me centraré en lo que es mejor para el bebé'. Y ese momento cuando el bebé decide salir, creo, es importante”.

Se sentirá mucho más cómoda con el trabajo de parto y el parto si no tiene que lidiar con información incorrecta.

“Escuché que cuanto más grande sea el bebé, más difícil será el trabajo de parto”.

En realidad, el peso de un bebé no es un buen indicador de qué tan difícil o fácil será el parto. Y los bebés que nacen con peso saludable tienen la ventaja de poder mantenerse más calientes que los bebés que nacen demasiado pequeños.

“Soy de contextura pequeña y me preocupa que el bebé quede atorado”.

Más allá de su altura o delgadez, la mayoría de las mujeres tienen por naturaleza una pelvis lo suficientemente grande y flexible para alojar bebés de peso promedio o superior, sin la necesidad de una intervención médica.

Y puede tener la seguridad de que los enfermeros guiarán paso a paso a su bebé a través del canal de parto en el momento del nacimiento.

“Esto es un poco vergonzoso, pero pensaba que tener una cesárea me daría la posibilidad de seguir disfrutando del sexo tanto como lo hacía antes de quedar embarazada”.

Tenga la tranquilidad de saber que después de un parto normal, el tono muscular y la elasticidad de la vagina y del tejido circundante se normalizan en aproximadamente tres meses.

“Soy una persona a la que le gusta tener el control de su vida. Me gusta controlar todo lo que me sucede, y me aterra la idea de que el trabajo de parto no sea controlable”.

“Honestamente, diré que lo más difícil para mí en este embarazo ha sido renunciar a tener el control”.

Permitir que el cuerpo y el desarrollo del bebé determinen el mejor momento para dar a luz implica lidiar con la incertidumbre. Esto para algunas mujeres es difícil. Ayuda poder sentirse cómoda con el factor sorpresa.

“Durante el resto de nuestras vidas, los niños nos sorprenderán y eso comienza con el parto. Nos sorprenderán. Saben cuando están listos. Se siente tan bien que el niño que gestaste te sorprenda. Es un regalo”.

La realidad es que no hay mucho sobre los niños en general que sea totalmente predecible.

Tarde o temprano, su bebé sonreirá, se sentará y caminará, pero nunca sabrá exactamente cuándo.

Es bueno pensar en el momento del trabajo de parto y del parto de la misma manera: con expectativas flexibles.

Los cambios que el embarazo y el parto implican requieren ajustes en la vida, pero antes de que se dé cuenta, todas las recompensas que trae un nuevo bebé la convencerán de que toda su paciencia valió la pena.