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El 95 % de nosotros dice que la salud mental es importante, pero solo el 26 % la prioriza. Estas son las razones por las que debería hacerlo

Maureen Shelly Por Maureen Shelly

Si está leyendo esto, es posible que la salud sea importante para usted. Para nosotros también lo es, y queremos comprender mejor cómo piensan y se comportan los estadounidenses como usted en lo que respecta a la salud. Por ese motivo, nos asociamos con la compañía de investigación Morning Consult para hablar con 2,200 adultos de todo el país sobre sus objetivos de salud. En nuestra encuesta “Picture of health” (Panorama de la salud), que constaba de 12 preguntas, los encuestados debían calificar su salud física, mental y espiritual, compartir sus objetivos y analizar los obstáculos que debían enfrentar para lograrlos. 

Resulta ser que somos optimistas, ya que la mayoría clasifica su salud actual como buena o excelente y considera que así se mantendrá. También tenemos aspiraciones de salud parecidas, como bajar de peso y reducir el estrés. Además, mencionamos desafíos similares en lo que respecta a lograr nuestros objetivos, como falta de tiempo y dinero. En investigaciones anteriores de Aetna, resuena la necesidad de tener más tiempo. Casi dos tercios de las personas afirman que dedicarían más tiempo a la salud física y mental si el día durara una hora más.

Lo más sorprendente que descubrimos es que, a pesar de que decimos que la salud mental tiene una fuerte influencia en la salud general, hacemos muy poco para priorizar nuestro bienestar emocional. ¿Por qué nuestras acciones no se condicen con nuestro pensamiento? Estudiamos los datos en profundidad y consultamos a expertos para comprender esta discordancia crucial. Después de todo, los médicos ahora saben que cuidar la salud mental es esencial para tratar afecciones físicas complejas, como enfermedades cardíacas y dolor crónico.

Siga leyendo para conocer qué debería hacer para cuidar su salud mental y, tan importante como eso, descubra consejos para darle prioridad.

La sorprendente discordancia entre nuestras intenciones de salud y nuestras acciones

La mayoría de las personas (el 95 %) afirman que cuidar la salud mental es importante para la salud general. Al menos teóricamente, reconocemos que la salud mental no se puede dar por sentada y requiere dedicación. Nuestras acciones, no obstante, reflejan algo diferente: solo el 26 % de los adultos señalan que priorizan la salud mental sobre la física. De alguna manera, nuestras buenas intenciones quedan rezagadas por el ajetreo de la vida cotidiana.

Los estadounidenses reconocen la importancia de cuidar su salud mental, pero son pocos los que la consideran una prioridad o establecen metas de salud mental.

El 95 % de los estadounidenses afirman que cuidar la salud mental es importante para la salud general.

Y aun así...

El 26 % de los estadounidenses dicen que pasan más tiempo atendiendo su salud mental que su salud física o espiritual.

No se confunda: los estadounidenses sí se toman tiempo para trabajar en sus objetivos de salud. No obstante, una meta en particular tiende a acaparar su atención: bajar de peso. Una de cada tres personas dice que es su objetivo más importante. Se encuentra muy por delante del segundo objetivo, llevar una dieta equilibrada, mencionada por el 9 % de los adultos. Con una tasa del 74 % de estadounidenses considerados con sobrepeso, no hay nada de malo con querer lograr un talle saludable. Sin embargo, es un problema cuando un enfoque unidireccional no deja margen para otros objetivos de salud importantes. 

Los objetivos de salud más populares para los estadounidenses son perder peso y alimentarse mejor.

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Motivos por los que la discordancia importa cuando se trata de su salud (y sus objetivos de salud)

Más y más personas reconocen que la mente y el cuerpo son, básicamente, lo mismo. Además, cada vez hay más pruebas que demuestran que invertir en la salud mental también puede mejorar la salud física. 

La Dra. Gabriela Cora, psiquiatra y directora médica de Aetna, cree que se puede lograr una excelente salud mental si se presta atención a los “cuatro pilares” de buena salud por igual: nutrición, ejercicio, sueño y relajación. Sin embargo, les pedimos a algunas personas que seleccionaran varios objetivos de salud, la alimentación encabezó la lista, y algunas eligieron más de un objetivo relacionado con la dieta. Le siguieron los otros tres pilares (ejercicio, sueño y relajación), al igual que pasar más tiempo con amigos y familiares.

Hablando de amigos y familiares, en muchos estudios se indica que hay un fuerte vínculo entre una buena salud y relaciones sociales de apoyo. De hecho, el 10 % de los encuestados afirmaron que la falta de apoyo de amigos y familiares se interponía en el logro de sus objetivos de salud. Pese a eso, no parecemos priorizar mucho nuestras relaciones. “Pasar más tiempo con amigos y familiares” ocupó el puesto n.º 6, por debajo de los objetivos de alimentación, sueño y salidas. “Mantener una relación saludable” ocupó el puesto n.º 8. 

Muchos estudios muestran que hay una conexión entre una buena salud mental y las relaciones sociales; sin embargo, los estadounidenses colocan a las relaciones en la última parte de su lista de objetivos.

Ingerir más frutas y vegetales 53 %

Bajar de peso 49 %

Mantener una dieta equilibrada 47 %

Dormir por lo menos ocho horas por noche 37 %

Pasar más tiempo al aire libre 36 %

Pasar más tiempo con amigos y familiares 34 %

Cocinar más en casa 33 %

Mantener una relación saludable 31 %

Como variante, la mayoría de los encuestados (el 51 %) afirmó que la comunidad donde viven no tiene ninguna incidencia, ni positiva ni negativa, sobre su salud. Lo cierto es que el código postal es un indicador de la salud más preciso que el código genético, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. 

Cuando se trata de lograr los objetivos de salud, muchos creemos que disponer de más tiempo y dinero aumentaría nuestras posibilidades de éxito. En nuestra encuesta, el 25 % de los estadounidenses señalaron que “resulta demasiado costoso”, mientras que el 23 % afirmaron que “no tienen tiempo suficiente”. A simple vista, esas respuestas suenan perfectamente lógicas. Pagar la membrecía de un gimnasio sin duda puede facilitar el proceso de ponerse en forma. Además, si trabajáramos menos horas, podríamos tener más tiempo libre para ir de compras y preparar comidas saludables. Sin embargo, la realidad es que algunas personas con vidas más ocupadas y presupuestos más limitados se las rebuscan para cuidar de su salud.

Los estadounidenses afirman que no tienen suficiente tiempo ni dinero para alcanzar sus objetivos de salud.

El 23 % dicen que no tienen suficiente tiempo.

El 25 % dicen que no tienen suficiente dinero.

Entonces, ¿qué se interpone en nuestro camino? Tal vez sea el hecho de que no priorizamos la salud mental.

Por qué los estadounidenses no priorizan la salud mental

Está claro que no priorizamos nuestro bienestar emocional, pero ¿por qué no? Las pruebas apuntan a tres posibles sospechosos:

  •  El estigma, especialmente entre los adultos mayores. Después de los 55 años, el tiempo que las personas dedican a la salud mental disminuye drásticamente: solo el 14 % de los adultos de 65 años o más informan que dedican la mayor parte del tiempo a cuidar de su salud mental. Claramente, los problemas de salud física son más comunes a medida que envejecemos y, por lo tanto, requieren de más tiempo. Sin embargo, los profesionales de salud mental afirman que hay un estigma en torno a la salud mental entre la población de más de 50 años.

“Sigue siendo un tabú concentrarse en la salud mental”, dice la Dra. Cora. “Sabemos que las personas que padecen dolor crónico de espalda también sufren de depresión. No obstante, si se les pregunta al respecto, se concentran en lo físico. La gente suele expresar que no se siente bien, pero no lo atribuye a su estado anímico”.

El estigma parece ser menor entre los adultos más jóvenes. De acuerdo con un estudio de 2015, los milénicos se muestran más abiertos a aceptar a personas con enfermedades mentales y a hablar sobre la salud mental con sus padres o abuelos. En nuestra encuesta, se revela que los veinteañeros y los treintañeros, la generación milénica, tienen el doble de probabilidades de priorizar la salud mental que los adultos de 55 años o más.

A medida que envejecen, los estadounidenses pasan menos tiempo ocupándose de su salud mental. Vea cómo se comparan los grupos según la edad:

  • Entre 18 y 29 años: 33 %
  • Entre 30 y 44 años: 34 %
  • Entre 45 y 54 años: 30 %
  • Entre 55 y 64 años: 17 %
  • 65 años o más: 14 %

Porcentaje que pasa más tiempo atendiendo su salud mental.

  • Falta de consciencia sobre la interacción entre la salud mental y la salud física. Los estudios demuestran que las personas con enfermedades cardíacas tienen más síntomas cardíacos y episodios más graves cuando se sienten estresadas. Los mejores planes de tratamiento cardíaco abordan factores tanto físicos como emocionales.

Muchos estadounidenses no comprenden que cuidar activamente la salud mental puede ofrecer beneficios tanto para la mente como para el cuerpo. Esto es particularmente cierto en el caso de los adultos mayores. “A menos que tengan un problema psiquiátrico bien definido, las personas mayores no suelen tomarse en serio la salud mental”, dice la Dra. Cora. Sin embargo, la depresión, que afecta a 6.5 millones de estadounidenses de 65 años o más, puede contribuir a una gran cantidad de problemas físicos, incluida demencia.

  • No saber cómo comenzar. Una de cada diez personas mencionó que un obstáculo para lograr sus metas de salud es la confusión sobre cómo comenzar este proceso. En algún punto, todos nos hemos sentido abrumados por la idea de un gran proyecto. Dar el primer paso hacia una vida más saludable suele ser la parte más difícil.

Entonces, ¿de qué manera se prioriza la salud mental?

La buena noticia es que priorizar el bienestar mental es mucho más sencillo de lo que cree. Los expertos afirman que las relaciones son clave para fortalecer la salud emocional. Para muchos estadounidenses, eso significa cambiar la perspectiva para conectarse más con otras personas, preferiblemente en la vida real.

Los beneficios de salud de relacionarse con los demás son significativos. Los expertos concuerdan en que la integración social es un factor importante a la hora de mantener todo tipo de hábitos saludables, ya sea hacer ejercicio, alimentarse bien o dejar de fumar. También permite reducir eficazmente el estrés, lo cual tiene un impacto positivo claro en la salud.

No se olvide de priorizar el sueño, la nutrición, el ejercicio y la relajación. Además de mantener el cuerpo en buen funcionamiento, estas actividades hacen maravillas por su bienestar emocional.

Por último, si ha estado luchando por bajar de peso, cambiar la perspectiva tal vez sea exactamente lo que necesita. Para muchas personas, contar las calorías no resulta tan eficaz como prestar atención a los desencadenantes emocionales que las llevan a tener hábitos de alimentación poco saludables. Es posible que concentrarse en los objetivos de salud mental les permita controlar mejor su peso.

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Establecer conexiones: cómo fijar objetivos de salud mental

Los expertos recomiendan fijarse objetivos de salud mental en tres niveles de conexión: con uno mismo, con nuestros seres queridos y con nuestra comunidad. Estos son algunos ejemplos:

  1. Conéctese con usted mismo. Relájese y haga actividades que disfrute y le permitan conectarse con sus emociones, como practicar meditación o yoga, ir a una sesión de masajes, leer mientras se da un baño caliente, caminar por la naturaleza, escribir en un diario o confeccionar un álbum de recortes, o realizar trabajos de jardinería. Propóngase hacerlo por 20 minutos al día.
  2. Conéctese con otras personas (en la vida real). Pase tiempo con personas positivas y afectuosas que le importen y en quienes confíe. Pueden ser amigos, familiares, un grupo de apoyo o un consejero.
  3. Conéctese con su comunidad. Amplíe su círculo social o, simplemente, tome más conciencia de la comunidad en general. Pruebe una clase, ofrézcase como voluntario, asista a un evento público con audiencia en vivo o demuestre actos espontáneos de bondad a extraños.

¿Cómo sabrá si su gran experimento de proponerse objetivos de salud mental funciona? Es posible que sienta menos estrés, tenga mejor relación con otras personas, logre un sueño más reparador e, incluso, tenga menos síntomas físicos, como dolor y fatiga. A largo plazo, debería gozar de una mayor salud cerebral y cardíaca, una mejor función inmunitaria yotros beneficios físicos.

Asegúrese de compartir sus objetivos con el médico. En nuestra investigación, se confirma que los médicos juegan un papel fundamental en sus objetivos de salud integral. El médico también puede ayudarlo a controlar su progreso hacia una vida más saludable tanto en cuerpo como en mente.

Para obtener un panorama rápido de su salud emocional, puede usar la herramienta en línea MindCheck®.

En un principio, es posible que sienta un poco de culpa por priorizar la vida social. ¿De qué manera puede ser bueno hacer lo que a uno le gusta? Solo recuerde que las relaciones sólidas no son un lujo, sino que resultan esenciales para la salud mental y física. Al conectarse con otras personas, el resto de sus objetivos de salud pueden volverse más fáciles de conseguir.

Sobre la autora

Maureen Shelly es una aficionada a la salud y la ciencia que vive en la ciudad de Nueva York.

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