Ir al contenido principal

Tres formas de resistir la tentación y atenerse a sus objetivos de salud

Alice Gomstyn Por Alice Gomstyn

Cuando se trataba de dulces, Sarah Smiley (41) no tenía fuerza de voluntad. A la autora de la biografía de 2013 titulada Dinner With the Smileys (Cena con los Smileys) le encantaba entregarse a las tartas, los pasteles, las golosinas y cualquier otro dulce. Sin embargo, tras haber comido con voracidad durante el Día de Acción de Gracias de 2015, Sarah decidió que era suficiente. Se propuso mejorar su alimentación y, además, renunciar a los postres por todo un año.

Sobre la autora

Alice Gomstyn es bloguera sobre crianza y periodista comercial veterana. Se confiesa adicta al azúcar, pero planea reducir el consumo de dulces y comenzar a comer vegetales como nunca lo ha hecho. ¡Vamos por el brócoli!

Si bien controlar el gusto por los dulces puede ser difícil, Sarah descubrió que su desafío más grande durante ese año fue lidiar con los ofrecimientos de familiares y amigos. “Uno no se da cuenta de cuántas personas nos insisten en que comamos dulces hasta que se propone privarse de ellos”, recuerda. “Donde más presionada me sentía era en reuniones sociales como cumpleaños, ya que en general el anfitrión se decepcionaba si rechazaba el postre”.

Puede ser difícil motivarse lo necesario para dejar un hábito poco saludable si no está en sintonía con sus amigos y familiares. A menudo, adoptar buenos hábitos de salud significa resistir la presión sutil (y no tan sutil) de sus seres queridos. A continuación, se presentan tres consejos para ayudarlo a mantenerse concentrado en sus objetivos de salud a pesar de los hábitos de quienes lo rodean.

Planee cómo responder a la tentación

El ofrecimiento de un cigarrillo, una cerveza o un tentempié poco saludable puede ser un desencadenante para recaer en un hábito malo, por lo que resulta útil preparar una respuesta por anticipado, como recomienda Peggy Wagner, directora de Operaciones Clínicas de Resources for Living de Aetna. Concéntrese en usted mismo para asegurarse de no ofender por accidente a la otra persona. Explique que ha tomado una decisión sobre lo que es bueno para su propia salud, por ejemplo, “Quiero bajar de peso para seguirles el ritmo a mis hijos” o “Quiero fumar menos para salir a correr y no quedarme sin aire”.

También considere contarles a sus seres queridos sobre su objetivo de salud para manejar sus expectativas. A Sarah, por ejemplo, le resultó eficaz informar por anticipado a los demás que evitaría los dulces después de las comidas. “Les decía que sin duda iría a cenar, pero que no comería postres por el momento”, dice. “De esa forma, no tenían que cambiar de plan por mí”.

¿Evitarlo o no evitarlo? Haga lo correcto para usted

Según Wagner, no existe una solución universal para lidiar con la presión y la tentación, por lo que debe hacer lo que mejor le funcione. A algunas personas les resulta útil evitar temporalmente ciertas situaciones, como la hora feliz, mientras que a otras se les ocurren alternativas creativas.

Por ejemplo, cuando John Agin de Columbus, Ohio, decidió dejar el hábito de fumar dos paquetes de cigarrillos por día, sabía que aún quería seguir saliendo con sus amigos. Por sugerencia de Martha Buko, su instructora de bienestar de Aetna, John no se permitió pedir ni un cigarrillo durante las salidas. Si quería fumar, debía ir a la tienda y comprar su propio paquete. Ese paso adicional le dio a John la oportunidad de reconsiderar si realmente quería fumar un cigarrillo y, en última instancia, le impidió adoptar el hábito nuevamente. (Lea más sobre la lucha de John por dejar de fumar).

Busque un compañero con quien comparta el mismo objetivo y compromiso

Al igual que los malos hábitos suelen propagarse entre amigos y familiares, algunos estudios señalan que los buenos hábitos también pueden ser contagiosos. Rodearse de personas que tengan los mismos comportamientos saludables facilita el logro de sus propios objetivos de salud. La esposa de John, Brittany, decidió dejar de fumar con él, y los dos se apoyaron mucho uno en el otro, especialmente al principio. “Cuando uno de nosotros tenía fuertes deseos de fumar, acudíamos al otro para apoyarnos”, dice John. “En varias ocasiones mientras intentábamos dejar de fumar, fuimos el hombro en el que el otro se apoyó”.

¿No cuenta con una red de apoyo en su hogar? Busque grupos en su área, como un club de caminata, o un amigo con quien comparta un objetivo similar. “Para las personas, es importante rodearse de otras que tengan una mentalidad positiva”, dice Wagner. “Es como tener un grupo de porristas alentándonos”. (Descubra cómo los compañeros de entrenamiento pueden ayudarlo a concentrarse en sus objetivos de bienestar físico).

Cuando logre evitar la tentación, asegúrese de felicitarse. Según Wagner, reconocer las pequeñas victorias lo ayuda a mantenerse motivado. “Realmente se trata de reconocer para sí mismo que ha logrado algo”. Un diálogo interno positivo también puede ayudarlo a mantenerse animado si sufre algún contratiempo en el camino, al igual que herramientas en línea como Assess Well-Being, que brinda a los miembros de Aetna consejos para levantarles el ánimo y la posibilidad de realizarse evaluaciones de depresión y ansiedad.Las afirmaciones positivas también lo ayudan a mantenerse motivado; descubra cómo.

Ante todo, según Wagner, recuerde que es á a cargo de su propia salud, independientemente de dónde se encuentre y quiénes lo rodeen. Sarah dice que ella misma lo ha comprobado, ya que, de hecho, logró contenerse y no comer postres durante un año. Hoy, se permite disfrutar de dulces, pero es mucho más prudente. “Ahora sé que puedo controlarme”, dice. A pesar de que la presión para comer tentempiés dulces, en ocasiones, fue fuerte, afirma que se propuso un objetivo y lo logró.

También de interés: