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Consejos simples para ayudarlo a enfrentar un diagnóstico de cáncer

Color portrait of Sachi Fujimori Por Sachi Fujimori

Escuchar la frase “Tiene cáncer” puede trastornar su vida. Podría sentirse abrumado, enojado, asustado o, extrañamente, no sentir nada. Sepa que no está solo: cada año, 1.7 millones de estadounidenses reciben un diagnóstico de cáncer. Además, aproximadamente 15.5 millones de estadounidenses, entre los que podrían estar sus compañeros de universidad, vecinos, compañeros de trabajo y parientes, son sobrevivientes del cáncer. Hablamos con algunos de ellos para descubrir qué medidas simples le sirven para luchar su mejor batalla. A veces, simplemente contar con un plan es un alivio, especialmente cuando hay tantas cosas que no conoce.

Los consejos que recopilamos se clasifican en dos áreas: primero, reúna un grupo de apoyo para que no tenga que soportar esta carga solo. Luego, aprenda algunos trucos para administrar el flujo de pensamientos e información nueva que le invaden la mente. Esperamos que los siguientes consejos lo ayuden a hacer eso.

Reúna a su equipo principal.

El equipo principal se refiere a un grupo de guerreros de elite o consejeros importantes que están comprometidos con un objetivo común. Su equipo principal estará integrado por su oncólogo, otros profesionales de atención médica, quizás un terapeuta y aquellos seres queridos a los que recurrirá para obtener apoyo logístico y emocional. Estos son cuatro roles que pueden marcar una gran diferencia en su lucha contra el cáncer.

Un aliado confiable que lo acompañe a las consultas con el médico
Para Christina M., quien recibió un diagnóstico de cáncer de tiroides en 2010, fue fundamental que su esposo la acompañara a prácticamente todas las consultas. “Cuando recibes el diagnóstico por primera vez, entras en una zona de penumbra”, dice Christina. “Mi esposo me ayudó a mantenerme fuerte. Y si me olvidaba de algo que me había dicho el médico, él siempre lo tenía anotado”. Además de actuar como su memoria de respaldo, un amigo o familiar puede hacer preguntas en su nombre y defenderlo respecto de la atención que recibe.

La mejor persona para ocupar este rol no siempre es alguien cercano a usted, y eso está bien. Es más importante elegir a alguien en quien confíe, que sepa escuchar y que sea una influencia tranquilizadora para usted. Tener conocimiento y experiencia en materia de atención de salud es un gran punto a favor. A Laurel J. le diagnosticaron cáncer de mama en 2012. Como no tenía familiares cerca, le pidió a una trabajadora social que había conocido después de obtener el seguro por discapacidad que la acompañara a las consultas con el médico. “Ya me reunía con ella de forma regular para que me ayudara con las actividades de la vida diaria, y valoraba su opinión”, dice Laurel.

Un oncólogo con el que se sienta cómodo
Su oncólogo será un compañero importante durante el tratamiento del cáncer. Por este motivo, es fundamental que escuche sus preocupaciones, lo aliente a hacer preguntas y le explique las cosas de forma que pueda entenderlas. Si decide buscar a un nuevo médico, su proveedor de seguro de salud podría ayudarlo.

Asesores de pacientes y administradores de atención
En muchos centros médicos, se contratan empleados llamados "asesores de pacientes", quienes pueden ayudarlo a poner en orden las complejidades del tratamiento del cáncer sin costo adicional. Estos profesionales experimentados programan consultas y responden preguntas sobre su enfermedad y opciones de tratamiento. Pregúntele al oncólogo si el centro médico ofrece los servicios de asesores de pacientes.

Algunos proveedores de seguro de salud ofrecen el servicio de administradores de atención, quienes desempeñan una función similar de forma gratuita. “El tratamiento puede ser complicado”, dice Michelle Majoy, enfermera y administradora de atención de Aetna. “Es posible que deba asistir a varias consultas para someterse a tomografías computarizadas, biopsias, cirugía, radiación y quimioterapia. Buscamos oportunidades para mejorar su experiencia de tratamiento y su salud”. Michelle se comunica con los pacientes de forma regular para indicarles cómo lidiar con los efectos secundarios del tratamiento o brindarles tranquilidad.Llame a su compañía de seguros y pida hablar con un miembro del personal de enfermería acerca de su diagnóstico de cáncer.

Un consejero profesional, si lo necesita
En muchos casos, el tratamiento del cáncer afecta el estado de ánimo y la autoestima. No intente enfrentarlo solo: el estrés, la depresión y la ansiedad perjudican la salud física y retrasan la recuperación. El médico puede ayudarlo a encontrar el apoyo emocional que necesita.Obtenga más información sobre la conexión entre la salud física y la salud emocional.

Shara Sosa, terapeuta especializada en oncología, se sometió a una cirugía de pulmón debido a la presencia de un sarcoma celular sinovial en 2014. Acostumbrada a desempeñar la función de cuidadora, al principio, Shara no se dio cuenta de cuánto necesitaba un tipo de apoyo más profundo. Luego, en Aetna le asignaron una administradora de casos, Stephanie, para ayudarla a atravesar su recuperación. “Cada vez que me preocupaba por la idea de que algo no saliera bien, podía llamar a Stephanie y ella estaba allí”, dice Shara. “Stephanie me brindó un nivel de consuelo que ningún miembro de mi equipo de atención médica podía darme”.

Administre el flujo de información.

Está a punto de ingresar en un mundo completamente nuevo de especialistas médicos, términos complejos y opciones de tratamiento. Los sobrevivientes se refieren a esta etapa de la lucha como "bombardeo informativo sobre el cáncer". Establecer un sistema para administrar los registros de salud es útil, así como también delegarles tareas a sus seres queridos y destinar tiempo para procesar la experiencia.

Cree un archivo para organizar los registros médicos.
Ya sea un archivador o una carpeta en la computadora, designe un lugar para almacenar todos los documentos de salud. Asegúrese de incluir toda la información clave que consultará regularmente:

  •  Su equipo de atención oncológica. Anote los nombres y números de teléfono. También podría querer incluirlos en la lista de contactos del teléfono, de modo que no tenga que buscarlos cada vez que quiera comunicarse con ellos.
  •  Medicamentos.
  •  Informes médicos y patológicos.
  • Preguntas para hacerle al médico. Escriba estas preguntas antes de las consultas.
  •  Resúmenes de las consultas. Después de cada consulta médica, pídale al médico que le imprima una copia de su resumen.

Si prefiere la tecnología, hay ciertas aplicaciones, como CancerAid (gratuita), con las que organizar esta información.

Sea selectivo respecto de cuándo y con quién comparte su diagnóstico.
Compartir su enfermedad con un círculo amplio de personas lo expone a una cantidad excesiva de buenos deseos e información, lo cual se convierte en una ventaja a medias. Antes de tener un diagnóstico completo y un plan de tratamiento, los consejos indeseados son fuente tanto de distracción como de preocupación. Considere limitar la cantidad de personas con quienes comparte esta información a su círculo más cercano. A medida que avanza el tratamiento, piense en ampliar la red para aumentar la cantidad de apoyo que podría recibir.

Destine tiempo para procesar la experiencia.
Al enfrentarnos a un diagnóstico de cáncer, algunas personas dejamos de trabajar durante un tiempo para concentrarnos y hacer los preparativos necesarios. Otras, continúan trabajando y manteniendo su rutina como una distracción. Independientemente de cuál sea su estilo de afrontamiento, destine tiempo ahora y durante el tratamiento para procesar la experiencia, concentrar la energía en sus necesidades y priorizar la recuperación.

Algunos sobrevivientes del cáncer dicen que hacen una “edición de vida”, ya que dejan ir las obligaciones y las personas que podrían interponerse en el camino hacia una recuperación sin complicaciones. En ese sentido, considere designar a un amigo o familiar para que actúe como su “oficial de comunicaciones”. Esta persona puede brindarles actualizaciones sobre su evolución a los demás, liberándolo de la responsabilidad de responder cada una de las preguntas que le hagan. Esto es especialmente importante si tiene una familia grande o una amplia red de amigos a los que desea mantener actualizados.

Los primeros días después de recibir un diagnóstico de cáncer están repletos de incertidumbre. Solo recuerde que cuenta con un ejército de personas que lo apoyan a su lado, desde sus seres queridos y equipo de salud hasta 15.5 millones de sobrevivientes del cáncer. “Nunca volveré a ser la persona que era antes del 4 de febrero de 2016”, dice Shawn Love, una sobreviviente del cáncer de mama. “Pero estoy viva. Estoy aquí”

Sobre la autora

Sachi Fujimori es escritora y editora, está radicada en Brooklyn y se dedica a escribir sobre ciencia y salud.  Un buen día para ella es aquel en el que come vegetales y vive el presente con su pequeña hija.

Para miembros de Aetna

En nuestro Centro de Apoyo para el Cáncer obtendrá ayuda. Inicie sesión en el portal para miembros en Aetna.com/cancersupport.

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