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¿El secreto para una mejor salud? Tratar el cuerpo y la mente.

Portrait image of Dr. Paz Por Hal Paz, M. D., M. S.

La mayoría de las personas saben que nuestro sistema de atención de salud actual impone una línea divisoria entre la salud mental y la salud física. El cáncer y las enfermedades cardíacas son problemas de la salud física. La depresión y la ansiedad son problemas de salud mental. Pero esa distinción no es del todo precisa. Y esta idea errónea es importante, o debería serlo, tanto para médicos como para pacientes. 

¿Por qué es tan importante la conexión entre el cuerpo y la mente?
Reconocer de qué manera el cuerpo y la mente se superponen nos permite tratar toda clase de problemas de salud de manera más efectiva. Le daré dos ejemplos muy diferentes: Primero, los estudios demuestran que las personas con enfermedades cardíacas tienen más síntomas cardíacos y episodios más graves cuando se sienten estresados. Entonces, tratar las causas físicas y los síntomas es solo la mitad del trabajo. Los pacientes también necesitan apoyo emocional para ayudarlos a lidiar con la carga de la enfermedad.

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Ahora piense en las enfermedades mentales. Sabemos que las personas pueden estar predispuestas a la depresión por sus genes, enfermedades físicas, experiencias de vida o por una combinación de estas. Un plan de tratamiento exitoso aborda tanto los factores físicos (como el desequilibrio químico en el cerebro) como los elementos emocionales. 

Este enfoque integral se aplica a otras afecciones además de la depresión. Me refiero a la epidemia de abuso de opioides. La adicción es una enfermedad física crónica por definición, pero que tiene también un componente emocional. Algunos adictos se automedican para tratar trastornos de salud mental. Para evitar una recaída, hay que tratar esos problemas subyacentes. 

¿Quién está atento a su salud mental?
Desde la década de 1960, se les ha enseñado a los médicos que lo que sucede en el cerebro está separado de lo que sucede en el cuerpo. Como resultado, la psiquiatría no está totalmente integrada en nuestro sistema de atención de salud. Se la considera otra especialidad, como la cardiología o la oncología. Esto fue lo primero que me llamó la atención cuando atendía a mis pacientes como pulmonólogo. ¿Quién más le pregunta a alguien con fibrosis pulmonar cómo se siente al andar por todos lados con un tanque de oxígeno? 

Cambiar a un sistema que trate a la persona como un todo será un verdadero desafío. Pero hay entornos de cuidado donde los profesionales de la salud ya están en sintonía con esto. En el hospital de la Administración de Veteranos donde soy voluntario, los médicos reconocen que las lesiones traumáticas pueden afectar el estado de ánimo y que el estado de ánimo afecta la recuperación física. También ven cómo los desafíos físicos y emocionales tienen un gran impacto en la capacidad de alguien de tener éxito en el trabajo y en las relaciones sociales. 

Fuera de la Administración de Veteranos, los especialistas suelen asumir que el médico primario de un paciente hace preguntas sobre el estrés o el estado de ánimo. Pero solo el 40 % de los norteamericanos tienen un médico de atención primaria y muchos menos tienen un psiquiatra o terapeuta. Para garantizar que las personas obtengan atención completa, todos los médicos deben hacer más preguntas y hacer remisiones a recursos de salud mental. Compartimos la responsabilidad por el bienestar de nuestros pacientes. 

¿Qué puede hacer usted como paciente para recibir la atención que necesita?
Los pacientes confiados y empoderados que hacen preguntas y exigen respuestas claras suelen experimentar mejores resultados de salud. Así es como puede mejorar su bienestar mental y emocional:

  • Busque un médico de atención primaria en el que confíe. Desarrolle una buena relación con él/ella. Los mejores tienen una visión más amplia de su salud, en lugar de tratar cada síntoma de manera aislada.
  • Siéntase cómodo hablando sobre sus emociones. Haga que el estrés, la ansiedad y las estrategias para manejarlos sean temas recurrentes de conversación con sus proveedores de atención de salud. 
  • Aproveche los programas y tratamientos de salud mental. En comparación con una década o dos atrás, tenemos medicamentos y terapias no farmacológicas más avanzados. Y tenemos mayor comprensión de los beneficios importantes de la terapia del comportamiento cognitivo (una forma de terapia de conversación) para pacientes con depresión.

Este enfoque integral de la persona para lograr el bienestar es el motivo por el cual Aetna ofrece a los miembros muchos programas para la mente y el cuerpo. Las estrategias personalizadas destacan la importancia de la conciencia plena, de dormir más y de reducir el estrés. Hace no mucho tiempo, esas estrategias de vida eran vistas como irrelevantes para la atención de salud de una persona. Pero todas estas cosas son las que levantan el ánimo. ¿Y cuál es el beneficio extra? Que hacen una gran diferencia para mejorar la salud física.

Mientras más nos concentremos en comprender la interacción de la salud física y la salud emocional, mejor nos anticiparemos a los problemas complejos y podremos tratarlos. Puede ayudarse usted mismo y a su médico contándole los desafíos emocionales que atraviesa. Juntos podemos crear un nuevo modelo de atención de salud que trate a la persona como un todo, no solamente como si solo fuera un cerebro y un cuerpo.

Sobre la autora

El Dr. Paz es el vicepresidente ejecutivo y director médico de Aetna. En esa función, lidera las decisiones sobre políticas e impulsa las innovaciones para mejorar la experiencia de los pacientes. Posee formación como neumólogo, un especialista que se centra en las personas con afecciones pulmonares.

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