Manténgase firme: siete maneras de evitar caídas en su vida

Imagine que está en casa cocinando la cena. Se estira para llegar a la olla de espaguetis, que está en la parte de arriba del armario de la cocina. La estera sobre la que está parado se desliza, y usted se cae. O analice la siguiente situación: Baja corriendo por las escaleras para atender la puerta y tropieza con un montón de papeles que pensaba archivar.

Todos los años, una de cada cuatro personas mayores de 65 años sufre una caída grave. Y para las personas mayores, las caídas son la causa principal de lesiones graves, como una fractura de cadera o un traumatismo craneal.

¿Por qué las caídas son tan frecuentes? El director médico de Aetna, el Dr. John Moore, osteópata, cree que es una consecuencia desafortunada de sentirse joven de espíritu. “La mayoría de nosotros está confiado de que vamos a estar bien cuando tengamos más edad”, dice el especialista de salud. “La verdad es que perder la vista, volverse olvidadizo o tener menos fuerza puede pasar inadvertido durante mucho tiempo. Mientras tanto, por cualquiera de esos factores podría estar mucho menos ágil que hace un año”.

No deje que la preocupación por una caída le impida mantenerse activo y participar en actividades. Siga leyendo para conocer siete formas sencillas de adaptar su vida para no sufrir caídas.

Siga moviéndose para mantenerse fuerte

A medida que envejece, le podría resultar más difícil preservar la fuerza y estabilidad. Realizar ejercicio con regularidad es importante para mantener los músculos y los huesos sanos, evitar la rigidez y mantener el equilibrio. Cualquier tipo de movimiento es beneficioso, incluso caminar, nadar y hacer yoga. Un estudio descubrió que los adultos mayores que practicaban tai chi, un ejercicio tradicional chino de movimientos lentos y elegantes, redujeron a la mitad el riesgo de sufrir caídas. Busque clases en su localidad, en un centro para adultos mayores o en la YMCA.

Además, su médico de atención primaria también podría remitirlo a un fisioterapeuta o a un cinesiterapeuta, quienes pueden elaborarle un programa personalizado de prevención de caídas.

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Hable con su médico sobre los cambios que note en sus capacidades

Si tiene más de 65 años, hable también sobre la prevención de caídas en su control anual. Este es el momento de abordar las nuevas limitaciones que haya notado, sin importar lo pequeñas que parezcan. Por ejemplo, si ya no puede bajar la regadera de ese gancho alto en la pared como lo hacía hace un año, infórmeselo a su médico. El cambio puede tener que ver con músculos débiles, articulaciones rígidas u otros factores que podrían hacerlo más vulnerable a una caída.

Asegúrese de mencionar cualquier problema con el equilibrio o si tuvo caídas leves, incluso si no resultó lastimado. “Cualquiera de nosotros se puede caer por un accidente tonto. Pero, a medida que envejecemos, es importante averiguar otros posibles motivos por los que podría haberse caído”, dice el Dr. Moore. Si su médico recomienda fisioterapia o un bastón, no lo ignore. Seguir las instrucciones del médico lo ayudará a mantenerse en pie.

Revalúe sus medicamentos con regularidad

Muchos medicamentos aparentemente inofensivos pueden causar mareos, somnolencia o deshidratación, lo cual aumenta el riesgo de que se caiga. En todos los controles, hable con su médico acerca de todos los medicamentos y suplementos que toma, tanto los recetados como los de venta libre. A medida que envejecemos, el hígado y los riñones se nos ponen más lentos, lo que hace que los medicamentos permanezcan más tiempo en nuestro sistema. Su médico podría decidir reducirle la dosis debido a nuevos efectos secundarios.

Para ayudarlo a tomar sus medicamentos según se lo indicaron, algunas farmacias asociadas a Aetna brindan servicios gratuitos de “empaque de dosis”. Con estos servicios, se clasifican previamente las píldoras y las envasan en dosis por día o por hora. Pregúntele a su farmacéutico si ofrecen esta opción.

Contrólese la vista y la audición con frecuencia

Incluya los exámenes de la vista y de la audición en su lista de exámenes preventivos, junto con las colonoscopias y mamografías. “La pérdida de la audición y los cambios en la visión suceden tan lentamente que tal vez no lo note”, dice el Dr. Moore. Esperar demasiado entre controles puede conllevar a que no vea ni escuche ciertos peligros, como un ciclista que se aproxima. Si su médico le recomienda anteojos o audífonos, lo mejor es seguir ese consejo y usarlos.

Ordene y reorganice

Muchos adultos mayores han vivido en su hogar durante años, incluso durante décadas. Todas esas cosas valiosas que han acumulado algún día podrían convertirse en un peligro. Al igual que acondicionaría su casa para proteger a los nietos que lo visitan de peligros imprevistos, piense en la posibilidad de limpiar su casa teniendo en cuenta su comodidad para el día de mañana. Comience con la siguiente lista de verificación:

• Despeje los caminos en las habitaciones. Quite los muebles pequeños, las plantas, las lámparas de pie y los cables que puedan hacer que se tropiece.
• Quite los zapatos y el desorden de las escaleras, rellanos y puertas.
• En la cocina, mantenga los utensilios de cocina en lugares de fácil acceso.
• Limpie los armarios que estén demasiado llenos. Piense en la posibilidad de bajar las barras de los armarios para facilitar el acceso a la ropa colgada.

Realice reparaciones y mejoras interiores

Su hogar es un refugio seguro, donde usted baja la guardia y se olvida de sus preocupaciones. Sin embargo, tenga en cuenta que 6 de cada 10 caídas ocurren en el hogar. Las mejoras sencillas para el hogar que se enumeran a continuación pueden hacer que su entorno diario sea más seguro y brindarle tranquilidad.

• Arregle escalones rotos e instale pasamanos (y úselos).
• Pinte los umbrales de las puertas de un color de contraste brillante, para evitar tropezar.
• Retire las alfombras pequeñas o asegúrelas con un antideslizante.
• Use un taburete estable con pasamanos para alcanzar los estantes altos, u obtenga un “palo de alcance”.
• En el baño, coloque un tapete de goma o tiras antideslizantes en la bañera e instale barras de sujeción alrededor de la bañera y del sector del inodoro.
• Mantenga su hogar bien iluminado, sobre todo la entrada y el exterior. Use luces nocturnas en la cabecera de la cama, en el baño, en la cocina y en cualquier otro lugar al cual concurra a mitad de la noche. Tenga una linterna al lado de la cama, para cuando tenga una emergencia.

Tenga mucho cuidado al aire libre

Según el Dr. Moore, las caídas más peligrosas ocurren justo afuera de la puerta de su casa. Tenga cuidado con las tablas flojas en los pisos, las grietas en el patio, los adoquines resbaladizos, las ramas de árboles caídas y los baches en el césped. Para mayor seguridad, siga las siguientes buenas prácticas:

• Use calzado apropiado, sobre todo cuando llueve o nieva. Los zapatos deben estar cerrados al frente y tener tacones bajos y suelas antideslizantes.
• Quédese en casa cuando haya mal tiempo. Si tiene que salir, pídale a un ser querido que lo acompañe. “La realidad es que nunca se puede estar seguro del todo”, dice el Dr. Moore. “Cuando hay nieve o hielo en el suelo, a veces lo mejor que puede hacer es cancelar su cita”.
• Resista el impulso de caminar mientras envía mensajes de texto, o cualquier otra cosa que lo distraiga del camino por delante.

Es posible que hoy se sienta sólido como una roca. Pero, para seguir sintiéndose así, tome con seriedad la prevención de caídas. Como dice la escritora Jana Kingsford, “El equilibrio no es algo que se encuentra; es algo que se genera”.