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Cómo tratar el cuerpo con amabilidad: la historia de salud de Cory

Emily Leland Por Emily Leland

De la serie "Mi historia de salud"

Cuando encontré mi centro, pesaba 250 libras. Mi colesterol era de 224. Y antes de eso, era muy buena ignorando los problemas. Ese número fue la primera señal para decir: "Debes hacer algo. ¿Simplemente vas a dejar que esto te suceda a ti?".

Reconocer que uno necesita ayuda es un gran paso para mejorar nuestra compasión, ya que todos queremos ser muy fuertes. Katherine, mi instructora de salud de Aetna, es la persona que me ayudó a lograrlo. Siempre podía contar con su coherencia y amabilidad.

Todavía estaba muy enojada conmigo misma y muy avergonzada. Ella me calmaba cuando me sentía así y me ayudaba a concentrarme nuevamente en lo importante. Tuve que adquirir nuevos hábitos.

Todavía tengo que bajar algunos kilos. Pero me encanta que mi cuerpo esté respondiendo a mi buen trato. Eso es lo que me da alegría.

Cory Metzler es miembro de Aetna y nos permitió contar su historia.

Cory Metzler tocó fondo. Después de perder su trabajo en la industria editorial durante la recesión, comenzó a comer en exceso y se alejó de sus amigos y familiares. “Comienzas lentamente: una bolsa de papas fritas, unos trozos de torta de cumpleaños, una copa más de vino”, dice Cory ahora. “De repente, una libra se convierte en dos y, luego, en cinco. Pero después de seis años, eso se convierte en cien libras”.

Al darse cuenta de que debía hacer algunos cambios positivos, Cory comenzó a trabajar con Katherine Smith, nutricionista especializada en dietas e instructora de salud de Aetna. “Tuve que reconocer que no podía hacerlo sola”, explicó Cory. “Katherine me recordó amablemente que tenía una lista de cosas pendientes bastante significativa”. Dicha lista incluía ponerse al día con importantes exámenes de prevención que no se había realizado y deshacerse del miedo y del enojo que la mantenían aislada. “No existe nada más impactante que enfrentarse al hecho de tener que bajar 100 libras”, dice Cory. “No quería que las personas me vieran. Me escondía en mi casa”.

“Establecimos objetivos pequeños y realistas, y nunca se dio por vencida”, dice Katherine. “En lo más profundo de su ser, desea ser una persona saludable”. Gracias al aliento de Katherine, Cory comenzó a caminar. Se sometió a una mamografía y una colonoscopia. Y comenzó a practicar yoga.

“El yoga te ayudará a ser quién eres y a quererte”, explica Cory. “Cuando intentas hacer algo que requiere mucha concentración, como bajar 100 libras, sacas energía de muchos lugares. Cuando estás en un lugar oscuro, cuando sientes que no puedes salir solo, cuando te sientes vencido, el yoga te recibe. Se trata de ayudar al alma y al cerebro a amar más”.

Actualmente, Cory les agradece a Katherine, al yoga y a sus familiares y amigos por ayudarla a salir de ese lugar oscuro. Practica yoga con regularidad, se ha inscrito en un maratón y comparte su nueva alegría y entusiasmo por la salud con todas las personas que la rodean.

“A veces, solo necesito sentarme sobre la colchoneta de yoga, decirme algo compasivo y ser feliz por estar viva y llena de esperanza”, dice. “Esas palabras no existían en mi vida. Y ahora están aquí”.

Obtenga más información sobre Katherine Smith, la heroína de salud de Cory.

Sobre la autora

Emily Leland es escritora y profesional de mercadeo, y vive en Charleston, SC. Su objetivo es hacer más ejercicio, consumir menos cafeína y encontrar el equilibrio entre la maternidad y el trabajo.

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